Si hay algo que disfruto es hacer combinaciones con blanco y negro. La naturaleza de ambos colores nos permite darle rienda suelta a la imaginación y jugar con piezas que tal vez con estampados de colores no funcionaría. En este caso hice lo propio con una falda de cuero tachuelada, tendencia que podrías pensar está muerta pero que para mi es de esos clásicos que no dejan de reinventarse y el cual puede adaptarse a todo lo demás que esté de moda.
En este caso la usé con un top de estampado Gingham, una tendencia que también regresa y se va con frecuencia y que siempre recomiendo tener en el armario. Este top es ultra fácil de combinar con pantalón negro, un jeans o incluso un pantalón blanco sastre. Al combinar a la perfección con los tonos de la falda, esto crea armonía en el atuendo sin necesidad de limitarnos.
La misma tendencia de la falda está en los zapatos y en el collar, lo que nos deja grandes lecciones de moda: la primera que muchas veces menos no es más, y que recargar un outfit de la misma tendencia en diferentes piezas puede ser una muy buena idea.
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xx
Alex