Regreso a esta fuente de inspiración divina con un bache en el camino. La nota que empecé a escribir en el restaurante más famoso de comida griega en Panamá se eliminó porque no guardé el borrador. Poor me!
Decidí iniciar la nota mientras comía en este lugar pues en el último fin de semana me he visto pasando momento amenos con mi gordo (hombre sin rostro y nombre), en varios restaurantes que albergan en horas de la mañana y noche a la típica familia panameña, mujeres descuidadas o a parejas cuyas arrugas me indican que tienen más de 30 años pasando las noches en la misma cama o en camas separadas. (?)
Mientras comía en estos sitios no podía evitar ver a estas duplas o mujeres solteras y a la vez escuchar los temas de sobremesa, si es que había.
Caso #1
En una estaban dos féminas (presumo que en la mitad de sus 30), hablando de como los hombres dan mil vueltas para hacerse los interesantes y les hablan de cuando en vez porque son unos "papis", pero igual quieren con ellas al final de día. Ummmm, querida, ¿que tan segura estás de eso?. Si un hombre te quiere dar, te lo dice. O al menos uno maduro y seguro de sí mismo lo hace.
Si lo sé, acabo de tocar terreno más que tratado en películas "He's just not that into you" o "Ugly truth", pero creo que hay mujeres que ven estas cintas y no se ponen en ese lugar. No me malinterpreten mujeres-feministas-extremas-defensoras-de-la-verdad, yo he estado en esa posición más veces de las que mis labios aparentan, por lo que sé que rumbo toman este tipo de "chifeos" en los cuales el hombre simplemente no quiere saber más de ti.
Todas estas conclusiones me llevan a preocuparme por la salud sexual de aquellas dos mujeres que reclamaban con fervor naciente al mesero chino la necesidad de tener más wanton en su sopa.
¿Qué pasa con la vida sexual de aquellas que pasan su vida esperando por Mr. Right y se olvidan de sus necesidades básicas?
Antes de que salgan con la animalada de que aquellas que no esperan y se la pasan satisfaciendo necesidades más antiguas que el aire son "perras", déjenme desmembrar mi punto de vista, por favor.
Empecemos con la pregunta, ¿porque una mujer busca a Mr. Right? Se me ocurren un montón de razones que diré a continuación, pero ellas lo justifican con "para tener alguien con quien compartir el resto de su vida sin problemas y sin muchas complicaciones". Totalmente válido.
Pero, ¿es esta toda la verdad? Para mí, ¡NO!
Las mujeres buscan a Mr. Right para que todo alrededor de ellas, dígase de padres contentos, hijos bien educados, amigas envidiosas y demás enseres, estén en armonía... ¿Y que pasa con tus necesidades? ¿Porque en vez de buscar a Mr. Right no buscamos a Christian Grey? ¿Qué hace que las mujeres dejen de lado el sexo para hacerse con lo demás que queda? ¿Será que para ser "felices" las libre de mente (o las que aman el sexo) tienen que renunciar a esos placeres carnales para que el perro tenga el pelaje perfecto y la vecina sea ideal? ¿Será que elegir una buena relación sexual, donde haya química y amor es una maldición?... (Ojo, para hacer estas afirmaciones me baso en aquellas parejas que estaba alado de las jóvenes de la sopa de wanton, las que años después tienen los hijos ideales, en la casa ideal, con la mascota ideal, pero no sueltan palabra en toda la cena porque la pasión dijo "me voy, malditos").
Tantas preguntas, jóvenes, tantas preguntas.
Debo afirmar que estas conclusiones tan extremas (porque sé que son extremas), llegan a mí después de 19 años de ver gente fría que deja aún lado el placer carnal y por las miradas que me juzgan cuando hablo de sexo tan liberalmente. Señoras, hablar de sexo no las va a matar, ¡las puede matar no tenerlo!
Por favor, no tengas miedo a tocarte ni a decir la palabra clítoris cuando estas almorzando. No hay nada más natural que desear a alguien y ser deseada. Si eres de aquellas parejas que no ahora duermen en camas separadas, recuerda que en algún momento esa mujer fue una joven vigorosa que te dio momentos muy felices y que aquel hombre te conquistó por algo (esto si están juntos por las razones correctas y en el camino se perdieron, de lo contrario no hay nada que hacer). Pero, si eres una Anastacia Steele que consiguió ambas cosas, aférrate a eso como si fuera el último flotador del Titanic.
Por mi parte debo confesar que las emociones que he sentido con esa persona que amo en ese momento no se comparan con nada que haya vivido en mi existencia. Y no es que lo ponga por encima de mis metas profesionales o solo piense en eso, sino que le doy igual importancia porque aprendo tanto de mí como de esa otra persona. A mis 19 años estoy orgullosa de decir que soy una mujer que ama su cuerpo y que sabe que la única manera de saber que quieres es conociéndote de verdad, y eso, no lo cambio por nada.
See you next week on Labios Color Rosa,
xx
Alex